Técnicas diagnóstico de bocio.

La enfermedad del bocio, se puede diagnosticar de varias maneras, esta son muy recomendables de realizar y complementarias entre si para dejar claro la no producción de nódulos, como se suele decir mas vale prevenir que curar. Para ello la persona tendrá que acudir al endocrinólogo o como suele ser mas habitual a su medico familiar, el cual ya le manda al anteriormente expuesto.

Análisis Sanguíneo. Mediante una analítica de sangre, se comprueba los niveles presenciales de la hormona hipofisaria estimuladora del tiroides o tiroxina, llamada TSH. Estos valores pueden ser altos, normales o bajos; todo depende de la cantidad de yodo que posea la persona.

Aunque también se puede realizar una analítica de orina, no es tan frecuente ya que los niveles que hacen referencia al yodo suelen ser muy bajos, y por tanto no tan fiables como el análisis de sangre.

Ecografía. Mediante una ecografía del tiroides, podemos averiguar si se posee bocio o no, la estructura y forma, si en el mismo se encuentran nódulos o solo es la inflamación, etc..;  aunque no es determinante si es necesario para hacer una primera valoración real de la posible enfermedad, así mismo mediante la ecografía se va realizando un seguimiento de la enfermedad mediante disminución o agrandamiento de los nódulos, posible aparición de alguno mas u otras disfunciones que pueda presentarse.

Escáner con yodo. Consiste en inyectar en una vena yodo radiactivo de exploración, su función no es otra que “dibujar” al medico la figura del tiroides en una imagen, para ello el paciente se tumba en una cama y con la cabeza estirada hacia atrás una cámara ira captando imágenes que serán vistas en una pantalla.

* Decir no obstante que una vez realizadas las pruebas y en vista estadística el más común suele ser el bocio simple.